Mimi Parent 1959 - Dora Maar 1936

Entrevista con Angela Davis

Traducida para Lospobresdelatierra.org por Gregorio Díaz-Ducca

Primavera de 1997

 

P: Su mentor, Herbert Marcuse dijo una vez, en el '58, según recuerdo, que una de las cosas que pasaría a medida que los negros adquirieran victorias en el movimiento de derechos civiles, sería que se crearía una burguesía negra y esta es en verdad una de las cosas que ha pasado si lo vemos desde nuestro ventajoso punto de vista de 1997. ¿Cómo ve el papel de la burguesía negra en la lucha que continúa?

R: En realidad hemos tenido una burguesía negra o la creación de una burguesía negra por muchos más decenios.... si vemos a uno de nuestros grandes dirigentes, W.E.B. Du Bois, estaba asociado con una burguesía negra pequeñísima en el siglo XIX así que esto no es algo totalmente nuevo, aunque la cantidad de negros que hoy se cuentan entre la burguesía negra ciertamente hace una enorme diferencia.

En un sentido la búsqueda de emancipación de la comunidad negra en los EEUU siempre ha sido una búsqueda de liberación económica que significa hasta cierto punto que el incremento de la clase media negra sería inevitable. Lo que creo que es distinto hoy es la falta de conexión política entre la clase media negra y la cantidad creciente de negros/as que están más pobres que nunca.

P: ¿Pero eso no es inevitable? ¿Ha habido algún grupo inmigrante, que al volverse parte de la corriente principal (mainstream) estadunidense, no haya dejado atrás sus raíces, de cierta forma?

R: Es verdad, pero creo que el problema contemporáneo es la cantidad creciente de gente negra y otra gente de color que es arrojada a un estado que los obliga a trabajar en economías alternativas y el mayor número de personas que son encarceladas. Esto es nuevo. Este no es el camino típico hacia la libertad que los inmigrantes han descubierto tradicionalmente en EUA.

Y creo que debo decir que no podemos pensar con estrechez sobre los movimientos de liberación negra y no podemos ver necesariamente esta división de clases como un simple producto o cierta estrategia que los movimientos negros han desarrollado para su liberación. Más bien debemos ver los cambios estructurales que también han acompañado los logros del movimiento por los derechos civiles. Por ejemplo, debemos ver la globalización del capital, que aumenta, el sistema completo de capitalismo de transición que ha tenido un impacto sobre las poblaciones negras hoy, que por ejemplo ha erradicado grandes cantidades de trabajos con que los/as negros/as tradicionalmente han contado y creado comunidades en las que la base de impuestos se ha perdido como resultado de las corporaciones que se mudan al tercer mundo para descubrir mano de obra barata. Sugeriría que a finales de los 90 es de extrema importancia ver el predicamento de la gente negra dentro del contexto de la globalización de capital.

P: Una de las cosas que me impactó mientras retrocedía y revisaba esta historia, es que Martin Luther King empieza este movimiento en busca de justicia económica justo antes de ser asesinado. El Partido de las Panteras Negras está apenas despegando aquí en California y en una forma que parece que hubo una marcha hacia la amalgama de estos asuntos de clase y de raza de finales de los sesenta que de algún modo se descarrilaron.

R: Sí, creo que es muy importante reconocer que el Dr. King, precisamente en el momento de su asesinato, estaba reconceptualizando el movimiento por los derechos civiles y buscando una especia de relación de coalición con el movimiento sindical. Creo que es significativo el que estuviera en Memphis participando de una demostración de los obreros de sanidad que estaban en huelga. Ahora, si vemos la forma en la que ha evolucionado el movimiento obrero en el último par de decenios, vemos una cantidad creciente de negros/as que dirigen este movimiento y esto es cierto hoy.

P: También vemos un movimiento obrero cada vez más débil.

R: Bueno, esto es el resultado del asalto general al movimiento obrero y el resultado de la globalización del capital. Pues sí, tenés toda la razón, pero estoy pensando en algunos avances, digamos en los 80, cuando el movimiento anti-apartheid empezó a pedir más apoyo y fuerza interna, los sindicalistas negros estadunidenses jugaron un papel muy importante en el desarrollo de este movimiento anti-apartheid en EEUU. Por ejemplo, aquí mismo en la zona de la bahía, uno de los primeros momentos de peso en el activismo fue la renuncia de parte de la unión de los estibadores a bajar la carga de los barcos que venían de Sudáfrica y el ILWU entonces tomó el liderazgo aquí en la zona de la bahía, particularmente como resultado de la junta negra dentro del ILWU, tomaron el liderazgo en crear un movimiento anti-apartheid que se difundió a todos los otros campus, UC Berkeley, Stanford.

P: Al menos desde mi punto de observación, parecía como si estuviéramos atacando estructuras e instituciones y después de cierto momento empezó a sentirse como si no fuera posible. Nuestros dirigentes fueron asesinados, y una de las cosas que estaba leyendo hoy: 28 Panteras fueron asesinados por la policía, pero 300 Panteras Negras fueron asesinados por otras Panteras, desde adentro. Guerra sanguinaria. Comenzaba a percibirse como una tarea imposible dado lo que enfrentábamos. ¿Cómo reavivamos este sentido de que una persona puede de veras hacer la diferencia de nuevo hoy? Y los niños de hoy están propensos a volver hacia Tupac y Snoop Doggy Dog como ejemplos de gente que pelea por algo.

R: Es cierto que es dentro del reino de la política cultural que los jóvenes tienden a penetrar en los asuntos de la política, lo que creo que es bueno, pero no va a resolver los problemas. Creo que debería decir primero que nada que tendemos a volver a los 60s y tendemos a ver estas luchas y estos objetivos en una forma relativamente estática. El hecho es que se lograron conquistas importantes y que aún pueden verse hoy. Por ejemplo, el número de programas de estudios Afroamericanos en los campus universitarios de hoy. Estos cambios institucionales son inconcebibles fuera de ese desarrollo interior, relacionado con el Partido de las Panteras Negras y otras organizaciones. Los jóvenes empezaron a llevar estas luchas a los campus.

P: La última línea del ensayo que Skip Gates escribió sobre El Futuro de la Raza dice: "Sólo a veces me siento culpable de ser uno de los afortunados. Sólo a veces me pregunto por qué". Me pregunto si alguna vez se siente culpable por haber sido una de los que sobrevivió.

R: Bueno, pienso al respecto. Pero no sé si me siento culpable. Creo que tiene que ver con mi conocimiento de que en un sentido todos tenemos una cierta cantidad de responsabilidad para con aquellos que hicieron posible que aprovecháramos las oportunidades. La puerta está abierta un momento. Si algunos de nosotros podemos escurrirnos por la abertura de esa puerta, se lo debemos a aquellos que demandaron que la puerta fuera abierta para que usáramos el conocimiento o las habilidades que adquirimos no sólo para nosotros, sino también para el servicio de la comunidad. Esto es algo que creo haber decidido hace mucho tiempo.

P: ¿Pero qué hay de aquellos que fueron arrestados al mismo tiempo que usted, y que siguen en la cárcel? Usted salió. Pudo salir en cierto modo porque se convirtió en una causa célebre, pero hay otros que no.

R: Sé que eso es verdad pero estoy contestando tu pregunta sobre la culpa, y trato de sugerir que quizá hay otras formas de lidiar con eso que con la culpa. Así que en vez de sentirme culpable lo que he hecho es continuar la labor. Apenas salí de la prisión, apenas terminó mi juicio, primero que nada, durante el tiempo que estuve en prisión, había una organización llamada El Comité de Unión Nacional para liberar a Angela Davis, e insistí en que se llamara El Comité de Unión Nacional para liberar a Angela Davis y a todos los presos políticos.

Tan pronto acabó mi juicio, traté de usar la energía que se había desarrollado alrededor de mi caso para crear otra organización, a la que llamamos la Alianza Nacional contra la Represión Política y Racista. ¿Y qué? En junio se cumplirán 25 años desde el final de mi juicio. Y aún lucho por la libertad de los prisioneros políticos, Mumia Abu Jamal, los presos políticos de Puerto Rico, como Dinci Pargan, por ejemplo, Leonard Pelletier. Estoy involucrada en los trabajos a favor de los derechos penales en general. Creo que la importancia de hacer trabajo como activista es precisamente que te permite devolver y considerarte no como un individuo que pudo haber alcanzado cualquier cosa, sino ser una parte de un movimiento histórico en marcha. Entonces no creo que sea necesario sentirse culpable. Porque sé que estoy haciendo el trabajo que va a ayudar a más hermanas y hermanos a desafiar a todo el sistema de justicia criminal, y trato de usar todo el conocimiento que pueda obtener para continuar con la obra en nuestras comunidades, que nos hará avanzar.

P: Uno de los problemas, cuando llegamos a los años 70 es que parecía que peleábamos en contra de instituciones y estructuras tan grandes, que al parecer lo que una persona podía hacer al respecto era casi nada... ¿Cómo recuperamos ese sentido de una clase de poder para ser lo suficientemente osado para enfrentarse a esas estructuras?

R: No sé si el movimiento fracasó como resultado del carácter abrumador de las instituciones que nos propusimos cambiar. Creo que la represión tuvo mucho que ver con el desmantelamiento del movimiento, y también el alcanzar algunas victorias tuvo algo que ver con la incapacidad del movimiento de tomar esas victorias como el punto de partida para buscar nuevos objetivos, y desarrollar nuevas estrategias.

Pero creo que es extremadamente importante reconocer los logros que conquistaron el movimiento por los derechos civiles, el movimiento del poder negro. No creo que hiciéramos lo suficiente. Las transformaciones institucionales ocurrieron directamente como resultado de los movimientos que la gente, la gente anónima, organizó, y por el cual dieron su vida.

P: ¿Cómo cuál?

R: Pienso en el momento en que se acabó la segregación en el sur, por ejemplo, y el hecho que algunas negras decidieran boicotear el sistema de buses y esto en verdad se hizo y eventualmente esas leyes fueron transformadas o cambiadas.

P: Lo que también pasó, por supuesto, es que la lucha ya no se desarrolla tanto en los campus universitarios, se desarrolla en los salones de los consejos corporativos o dentro de la estructura corporativa y los que estamos ahí somos ambos, es algo muy extraño. Por un lado somos más reticentes para referirnos a estas cosas racistas que vemos que pasan en ese entorno, pero por otro lado nos estamos volviendo más afrocéntricos al mismo tiempo. Es casi como si sintiéramos que si aparecemos con nuestro traje kente eso es todo, ya luchamos. ¿A qué se debe eso? ¿De dónde viene?

R: Creo que surge de una tendencia común a unir la negritud cultural con el antiracismo. Creo que este es otro caso del cual podemos aprender algo. Durante el periodo de los 60, cuando nacieron organizaciones como el Partido de las Panteras Negras, había otras organizaciones nacionalistas culturales como la Organización EEUU ( US Organization ), como la organización que Amiri Baraka desarrollo y por supuesto Amiri OK, estaba el movimiento de las artes negras que era de gran importancia, pero también estaba la organización política de Baraka en Newark que tomó una posición cultural nacionalista que asumió que si éramos capaces de conectarnos con la cultura de nuestros antepasados africanos, de una u otra manera estos vastos problemas que nos rodeaban: el racismo en la educación, en las escuelas, en la economía, en la salud, etc., desaparecerían. Hubo conflictos y debates muy interesantes entre grupos como el partido de las Panteras Negras y los grupos culturales nacionalistas en los sesenta.

P: ¿Cuáles fueron esos debates? ¿Cuál era la naturaleza de ese debate entre las Panteras Negras y digamos un grupo como US?

R: El debate a menudo se enfocaba en lo que debían hacer los jóvenes negros que desearan asociarse con un movimiento de liberación, si debían inmiscuirse en campañas contra la violencia policial, por ejemplo, o si debían enfocar su energía en usar ropa africana y cambiarse el nombre y efectuar rituales. Uno de los nombres que los miembros de las Panteras Negras usaban para referirse a los que se enfocaban en Africa y en los rituales africanos era nacionalistas chuletas de cerdo. Algunos de nosotros decíamos que sí, que necesitamos desarrollar una conciencia cultural de nuestra conexión con Africa particularmente desde que las estructuras racistas habían confiado en una especie de genocidio cultural que tenía sus raíces en los tiempos de la esclavitud, por lo que muchos de nosotros argumentábamos que también podíamos afirmar nuestra conexión con nuestros antepasados africanos con modos políticos, siguiendo por ejemplo la visión de Pan Africanismo del Dr. Du Bois, que era una noción antiimperialista del Pan Africanismo, en vez del Pan Africanismo que proyectaba una imagen muy idealizada, romántica, de Africa, una noción ficticia de Africa, y asumía que todo lo que teníamos que hacer era volvernos africanos, por decirlo así, en lugar de involucrarnos en luchas antiimperialistas organizadas. Por lo que pienso que el debate sobre el Pan Africanismo al principio, tras las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, en el que había participado el Dr. Du Bois, tomó un carácter diferente pero recapituló algunos de los conceptos y problemas de los años sesenta

P: ¿Y qué le dice que estemos en 1997 y que la agenda Pan Africanista/nacionalista cultural es a la que se ha enganchado el lado comercial, a la que se ha unido Wall Street? Ese lado parece que ha triunfado y que el movimiento antiimperialista, no se ha retirado, pero en verdad no se le ha oído mucho.

R: No me sorprende que ese aspecto del movimiento nacionalista negro, el lado cultura, haya triunfado porque ese es el aspecto del movimiento que era más útil, y cuando vemos esa utilidad de la negritud estamos viendo un fenómeno muy lucrativo y creo que su conexión con el ascenso de una clase media negra es muy obvio. Y con respecto a la tradición de lucha y la tradición de lucha del antiimperialismo y el anticapitalismo es una que tiene que ser peleada y rediseñada continuamente. No va a ocurrir sola, no será tomada por las corporaciones capitalistas y presentada como algo que es lucrativo y además agradable para las masas.

P: Encuentro interesante, en cierta forma, que Kwanzaa -usted conoce las ideas de Karenga que aparentemente fueron financiadas por el FBI, al menos en parte- sean quienes reciben mayor adhesión de parte de los negros, y no los ideales del Partido de las Panteras que hablaban de supervivencia, al menos en cierto modo, de una supervivencia económica.

R: Hasta cierto punto creo que ambas tradiciones han sobrevivido. La tradición cultural nacionalista ha sido utilizada y por tanto ha penetrado en la institución completa del capitalismo de un modo que no han conseguido las tradiciones de luchar contra la violencia policial, pero esas tradiciones aún tienen mucha vida. De hecho creo que la respuesta al juicio de O.J. Simpson estaba basada en una especie de sensibilidad que emergió de las muchas campañas para defender a las comunidades negras contra la violencia de los policías. Y al final una figura como O.J. Simpson fue quien se benefició de esas sensibilidades, pero creo que es importante afirmar el hecho que la sensibilidad sigue existiendo, y una especie de deseo de movimientos negros sigue existiendo, incluso, creo, entre los/as negros/as de clase media.

Esto explica, me parece, el éxito de la Marcha del Millón de Personas, porque la gente negra tiende a considerarse un pueblo en lucha. Esta ha sido nuestra historia dentro de este país ( EEUU ), y hay una especie de nostalgia por esos momentos cuando la lucha se vuelve dramática, visible y poderosa, aunque la Marcha del Millón de Personas no fue tan importante, diría, porque no hubo demandas políticas que se refirieran a los problemas de peso que las comunidades negras estaban confrontando, pero se dieron las imágenes de lucha, las imágenes de masas de personas que creo que afectaron, conmovieron y le trajeron placer a mucha gente negra. Ahora quizá podamos usar eso. Quizá podamos confiar en eso a medida que construimos movimientos que se refieran al empobrecimiento de las masas negras, el complejo prisión/industria. Tengo que mantener la esperanza de que es posible. Pero al mismo tiempo creo que es importante reconocer el punto al que la gente negra de clase media tiende a confiar en una especie de lucha imaginada que se proyecta en comodidades como la ropa kente por ejemplo, e imágenes como la Marcha del Millón de Personas.

P: ¿Ya había criticado la Marcha del Millón de Personas? ¿En qué basa su crítica?

R: Desarrollamos esta crítica con base en diversos asuntos. Primero, el fallo en integrar el género en la visión de lo que la comunidad negra necesitaba, la exclusión de las mujeres de la marcha misma, aunque creo que finalmente alguien dijo que estaba bien que las negras se unieran, que no tenían que quedarse en la casa cuidando a los hijos como se les pedía antes. Pero mi crítica también se basa en la política conservadora de la Marcha del Millón de Personas, la política conservadora, la tendencia a confiar en el voluntariado, la manera en la que las políticas de la marcha coexistían armoniosamente con las políticas de Newt Gingrich, por ejemplo, el enfoque en los valores familiares que de nuevo unían la marcha con unos de los desarrollos más conservadores en la sociedad de EEUU hoy, el ataque a los derechos reproductivos de las mujeres, etc. Si esta marcha del millón de negros hubiera planteado problemas como el ataque al sistema de bienestar, el ataque a los derechos de reproducción de las mujeres, si hubiera habido un sentido de cómo referirse a esta vasta problemática de la violencia contra las mujeres, en vez de asumir que una estructura familiar patriarcal en la que los negros hubieran....

P: Expiado.

R: Expiado pero también asumido su papel como los patriarcas de la familia, porque de eso es de lo que se trataba la expiación. Los negros no eran los padres que tenían que ser, no tomaban el peso de la familia de la forma que tenían que hacerlo. Encuentro eso muy problemático porque creo que es importante que reconozcamos que aunque históricamente las comunidades negras han sido muy progresistas con respecto a los problemas de raza y con respecto a las luchas por la igualdad racial, pero eso no necesariamente se traduce en posiciones progresistas en asuntos de género, condiciones progresistas en asuntos de sexualidad y a finales de los noventa tenemos que reconocer la intersección, la interconexión que tienen todas estas instituciones y actitudes.

P: Ahora que la Marcha del Millón de Personas terminó, ¿considera que no fue correcto hacerla?

R: Los que criticamos la Marcha del Millón de Personas no decíamos que no pasaría. Decíamos que los debates alrededor de los problemas encarados por la marcha debían permitirse particularmente dentro de las comunidades negras. Supongo que lo que hoy critico es la tendencia a unir este momento dramático con un movimiento.

La nostalgia en el interior de las comunidades negras por este movimiento masivo que involucra la reunión de vastas cantidades de negros/as es algo que a menudo puede llevarnos a direcciones improductivas. Porque en el pasado las demostraciones en las que pensamos, la marcha de 1963 en Washington, por ejemplo, esa marcha no fue tan importante, estaba organizada sin nada más de fondo. Era una demostración de la organización que se había estado dando por años y años, y asumir que uno puede convocar a una marcha en Washington y que eso sea un movimiento en los 90 creo que es un tremendo error. Diría que tal vez la importancia de la Marcha del Millón de Personas es que estimuló una buena cantidad de discusión. Tal vez le hizo pensar a la gente que necesitamos empezar a regenerar una aproximación a la organización de los cimientos, que nos ayudará a dirigir un movimiento masivo.

Había una tendencia entre la gente de clase media que creo que participaron en esa marcha a identificarse apasionadamente con el hermano en las calles, sin encargarse de la clase de problemas políticos que se requieren para mover a los negros de la pobreza a una posición de progreso.

P: Por supuesto los hermanos en las calles se están identificando con los raperos mafiosos o al menos sí lo hacen los hermanos menores en las calles, que es un nivel totalmente distinto de identidad simbólica.

R: Y no sólo los hermanos en las calles sino también los hermanos de clase media se identifican con los raperos mafiosos por el alcance que tiene esta música. Y es posible para los jóvenes de clase media, y no sólo para ellos, sino también para los jóvenes blancos de clase media y jóvenes de otras comunidades raciales identificarse con la misoginia del rap mafioso.

P: Bueno, no es sólo misoginia. Ahora parece mover sólo hacia un torpe materialismo. Los más recientes son sólo, sólo nombran marcas. Esa es su progresión ¿Cómo hemos alcanzado un punto donde en 1997 la ética de ser negro significa que no vas a la escuela a estudiar, que el estudio equivale a ser blanco y que de algún modo eso es malo?

R: Bueno, o es la aproximación que se le fomenta a los niños negros que hagan o la que deciden hacer. Porque tenés este incremento de la clase media y tenés a los hermanos y hermanas jóvenes que se dirigen hacia la arena corporativa y que se les apoya para que hagan esta arena desde que son muy jóvenes. Creo que este es uno de esos momentos en que tenemos que hablar sobre el deterioro de las instituciones.

Y en verdad no puedo culpar a los montones de hermanas y hermanos jóvenes que creen que la educación tiene algo qué ofrecerles. Porque de hecho, no tiene nada qué ofrecerles. Suponé que obtienen un diploma de secundaria que sea significativo. ¿Qué clase de trabajo les espera? Los trabajos que solían estar disponibles para los obreros ya no existen como resultados de la desindustrialización de esta economía.

Por tanto, a menudo los jóvenes negros se vuelven hacia las economías alternativas. Se vuelven hacia la economía de las drogas... las economías que van a, que aparentemente les producirán algún tipo de ganancia material. No podés criticar a la gente por querer una vida decente o por querer vivir decentemente. Mientras que creo que es cierto que hay mucho qué hacer con respecto a las ideas que circulan entre los jóvenes en áreas como el hip hop. Al mismo tiempo, no podemos olvidarnos del deterioro de las instituciones y la influencia estructural sobre los jóvenes.

P: Devolvámonos a la globalización del capital. ¿Cómo se moviliza alrededor de un tema como la globalización del capital.

R: Bueno, te movilizás alrededor de la globalización del capital de formas locales. Obviamente hay algunas organizaciones que salen a la calle y dicen que queremos acabar con el sistema capitalista. Pero obviamente eso no va a pasar como resultado de sólo asumir esa postura. Creo que en las comunidades negras de hoy necesitamos fomentar mucha más organización interracial. Por ejemplo, vemos el ataque a los inmigrantes. Tanto los legales como los indocumentados. ¿Y en dónde está la comunidad negra con respecto a ese problema? Creo que es importante reconocer que hay una conexión entre el predicamento de los pobres negros y el predicamento de inmigrantes que llegan a este país buscando una mejor vida. La desindustrialización de la economía estadunidense que se basa en la migración de corporaciones al tercer mundo donde la mano de obra es muy barata y por tanto más lucrativa para estas compañías crea, por un lado condiciones en esos países que alienta a la gente a emigrar a los EEUU buscando una vida mejor. Por otro lado, crea condiciones aquí que envían a más negros/as a las economías alternativas, las economías de la droga, las mujeres a la economía de los servicios sexuales, y los envía al complejo industrial de las cárceles.

Por esto tenemos que descubrir cómo formular temas que nos va a reunir a todos los que estemos afectados de una u otra forma por la globalización del capital.... Cuando consideramos cuánto desea pagar o estaría dispuesto a pagar un joven negro por un par de [Tenis] Nike, ¿verdad? y luego pensamos en las condiciones en las que se hacen esos zapatos en Indonesia, o donde sea, al mismo tiempo que esa hermanita o hermanito será tratado en el mercado laboral de acá como indispensable y tal vez como alguien que puede ser arrojado al sistema penitenciario. Entonces hay razones para unirnos si podemos descubrir alguna clase de estrategias y tácticas que permitan lograrlo. Creo que este es el verdadero desafío de esta era, lo que significa que tenemos que alejarnos de una concepción limitada de la negritud. No podemos hablar de la comunidad negra. Ya no es una comunidad homogénea, nunca fue una comunidad homogénea. En un momento, tenía sentido hablar de la comunidad negra porque estábamos luchando contra el profundo impacto del racismo en la vida de la gente de diversas formas. Aún tenemos que luchar contra el impacto del racismo, pero no ocurre de la misma manera. Creo que hoy es mucho más complicado que nunca.

P: El hecho de que los negros son ahora una comunidad heterogénea nos absuelve de la obligación de seguir retrocediendo, todos retrocediendo, cada uno, alcanzar a cada uno?

R: Creo que tenemos que insistir en cierta responsabilidad que tiene la gente, en especial los que han llegado a ser de la clase media porque como el Dr. Ling dijo hace muchos años en un sentido han escalado y salido de las masas sobre los hombros de sus hermanas y hermanos y por tanto, tienen cierta responsabilidad.

Pero depende de la gente si asumen o no esa responsabilidad. No podemos dar por sentado que esa gente, por virtud del hecho de que es negra, va a asociarse con las luchas políticas progresistas. Tenemos que despojarnos de las estrategias que asumen que la unidad, que la unidad política negra es posible.

P: ¿Cuál es la coalición?

R: Coalición política. Coaliciones basadas en la política. Creo que debemos enfocarnos con ganas en los temas mucho más de lo que lo hayamos hecho en el pasado. Creo que tenemos, como dije antes, que buscar crear estrategias de coalición que vayan más allá de las líneas de las razas. Tenemos que unir comunidades negras, comunidades chicanas, comunidades puertorriqueñas, asiáticas.

Nota de la redacción de Frontline: En 1969, Davis figuró en los encabezados cuando fue expulsada de la UCLA (Universidad de California en Berkeley) por el entonces gobernador Ronald Reagan y el Consejo de Regentes debido a su afiliación al Partido Comunista. Fue incluida en la lista del FBI de los "Diez más buscados" al año siguiente, cuando varias armas registradas bajo su nombre fueron usadas en la toma una corte dejando cuatro muertos. Posteriormente fue absuelta de todos los cargos. La entrevista fue llevada a cabo en la primavera de 1997.

Página oficial del Partido Panteras Negras:

www.blackpanther.org

 Angela Y. Davis es profesora del Departamento de Historia de la Conciencia de la Universidad de California en Santa Cruz. Es autora de numerosos ensayos sobre género, raza e historia del feminismo negro en Estados Unidos. Ha sido miembro de las Panteras Negras y del Partido Comunista estadounidense (siendo elegida en dos ocasiones como candidata a la presidencia). Acusada de conspiración, fue encarcelada y puesta en libertad en 1972. Desde entonces es miembro del Consejo Asesor del Prison Activist Resource Center, y milita activamente por la abolición del sistema penitenciario. Su ya clásica obra Mujeres, raza y clase acaba de ser traducida al castellano por Akal Ediciones.

 

Esta actividad forma parte del taller Micropolíticas posidentitarias. Tecnologías del género (dirigido por Beatriz Preciado. MACBA marzo-mayo 2005) En colaboración con EDICIONES AKAL y UNIVERSIDAD NÓMADA/GMS