VISIONarios.
Un proyecto de Maï T Segura
El paisaje
lo construye también la mirada. Una manera de mirar es una
manera de construir el entorno. Estamos continuamente leyendo, “descifrando”,
ese proceso por el cuál interpretamos el mundo de modo “natural”.
De ahí la importancia de “algo” que interrumpa
ese flujo, que suspenda por un momento ese “automatismo de
la recepción” . En Visionarios un objeto cotidiano
(diferente, en cada caso), elegido al azar, interfiere la visión
“habitual”, interrumpe (oculta, modifica, condiciona?,
enriquece?) la mirada, generando un espacio para la irreverencia
y el juego, la proliferación de ideas y la reflexión.
Maï T Segura, interviene activamente el espacio circundante,
-el ciberespacio, la experiencia (individual y colectiva), el desarrollo
de las propias obras o eventos-, articulando temas de lo social,
lo político, lo cultural.
Esta vez, incide en el comportamiento, rearticula sus órdenes,
invita a repensar nuestro espacio (interior y exterior), a través
de esa especie de “visionario” enfoque azaroso, difícil,
subversivo.
Reivindicación
de lo “lúdico”, de la participación activa,
del individuo retratado, sorpresivamente involucrado. El observador
común se convierte en “espectador-actor de las nuevas
situaciones, de estos ambientes momentáneos que se conforman
con su propia participación. Las acciones son concebidas,
en primer lugar para el sujeto que participa directamente de ellas:
aquel que vive estos ambientes ficticios como experiencias de acción
. Acciones, recorridos, que provienen de un intercambio con el entorno,
como manera de cuestionarlo, acaso de “entenderlo”,
y que, a lo largo de ese proceso, lo transforman, quedando ese espacio,
de encuentro, de “otredades” que también nos
constituye.
La invención
del lenguaje va de la mano con la invención de la ciudad
(y el ser humano), en situaciones que contribuyen a la revocación
de un orden instituido que la mayoría de las veces aceptamos
sin “proponernos siquiera un cuestionamiento, como ejercicio
contra el orden y la rutina, a fin de cuentas, contra el poder”
. Profusión de imágenes, de actitudes, proyectadas,
expandidas, donde más allá de toda especulación
crítica, teórica, se entrelazan lo individual y lo
colectivo, lo vivencial y lo artístico, en el desarrollo
de nuevas prácticas de carácter procesual: una obra
que va tomando forma, que se gesta a lo largo del camino, de lugares
y momentos disímiles, del tiempo, que continúa creciendo–infinita
y maravillosamente-dentro del imaginario colectivo cuya mirada,
siempre creativa, puede, también, cambiar el mundo.
Wendy Navarro Fernández.
Barcelona, junio, 2004.
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